https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdziOJuY6hz_2rs_xdQoXWi8hYAFJK1FOGD9jX1d4-QCj2k7g/viewform
http://www.artevivo.org.ar/m/premio-artevivo.html
El Premio consistirá en una suma de $50.000 en reconocimiento a la labor artística.
La presentación se extiende entre el 2 de agosto 2019 hasta el 15 de Septiembre de 2019, las obras se presentarán exclusivamente online a través de este formulario. Cada autor podrá presentar sólo una obra. La misma puede estar escrita por más de un autor.
La duración de la obra finalizada deberá ser no menor a 45 minutos ni mayor a 75 minutos.
Las bases completas se encuentran disponibles en artevivo.org.ar/basespremio2019 y encontrarás más info en nuestro instagram, @fundacionartevivo
POSTULA TU OBRA
ArteVivo
La Fundación Arte Vivo creó, en 1997, el Premio Arte Vivo, galardón que se entrego anualmente de 1997 a 2001 a producciones artísticas, directores o intérpretes que han destacaron. su labor en los espectáculos producidos y coproducidos por el Teatro General San Martín , dependiente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El mismo llevaba como símbolo la escultura del maestro Pujía, “La esperanza en marcha”, que refleja el espíritu de nuestra Fundación.
Nómina de galardonados
• 1997 Catalina Speroni y Diego Peretti por “Bar Ada”
• 1998 Rita Terranova por “Diario de una camarera” y Ernesto Claudio por “Segundas partes sí son buenas”
• 1999 María Socas por “De repente el último verano” y Alejandro Urdapilleta por “Almuerzo en la casa de Ludwig W”
• 2000 Belén Blanco por “Kleines Helwein” y Alejandro Urdapilleta por “Mein Kampf, farsa”
• 2001 Marita Ballesteros por “Amanda y Eduardo” y Alejandro Awada por “Casa de muñecas”
Teresa Costantni instituyò este premio para alentar y respaldar la labor de los actores y actrices de nuestra escena.
Pensaba que De alguna manera se necesitaba de la solidaridad de todos para que el teatro siga vivo.
“Los invito a quienes quieran y puedan, a contribuir, a que instituyan nuevos premios. Esta es mi intención que queda plasmada en la elección del símbolo, la escultura de Antonio Pujía, que se llama – y creo que no es casual – La esperanza en marcha, la esperanza de que se sumen más voces, más esfuerzos, más aplausos para el teatro y sus hacedores.”